¿Has escuchado hablar de la contaminación lumínica? En este post te contamos de qué se trata, cómo afecta al medio ambiente y de qué manera puede afectar a tu salud.
De acuerdo con el instituto de astronomía de la UNAM, la contaminación lumínica se define “como el flujo luminoso proveniente de fuentes artificiales de luz que provoca el aumento del brillo del cielo nocturno, disminuyendo la visibilidad de los cuerpos celestes” y se refiere a “muchos tipos de problemas producto del uso ineficiente, innecesario y extremo de fuentes de luz artificial”. En otras palabras, la contaminación lumínica es la alteración de la oscuridad natural del cielo nocturno, causada por un uso inadecuado o innecesario de la iluminación artificial. Este fenómeno se presenta principalmente en zonas urbanas o industriales (aunque no es exclusivo), y causa diversas problemáticas en el medio ambiente y los seres vivos.
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La contaminación lumínica reduce hasta en un 90% la cantidad de objetos celestes que se pueden observar a simple vista.
¿Cómo impacta este fenómeno al medio ambiente?
Si bien es cierto que requerimos que las ciudades que habitamos se encuentren iluminadas, cuando el alumbrado se realiza de manera poco eficiente, provoca que la luz se disperse hacia el cielo, creando un efecto de brillo o halo luminoso en el cielo que afecta negativamente a la biodiversidad.
Un ejemplo de estas afectaciones es que los insectos o murciélagos alteran sus ciclos de alimentación y reproducción y las aves se ven obligadas a modificar sus rutas de migración debido a la confusión que el exceso de luz (y a veces también el ruido) causan en estas especies. Y tomando en cuenta que la fauna forma parte e incide en su ecosistema, las afectaciones también se trasladan a la flora y al resto del medio físico donde habitan.
Además, la contaminación lumínica aumenta el gasto energético y la emisión de los contaminantes derivados de la producción de energía, como el dióxido de carbono.
¿A mí me afecta este tipo de contaminación?
Si. Según los autores del Nuevo atlas mundial de contaminación lumínica (2016), el 83% de la población mundial habita en zonas con cielos contaminados con este problema, y las problemáticas que desencadenan van desde la alteración del tráfico aéreo y marítimo, los riesgos de accidentes vehiculares por deslumbramientos peligrosos hasta las graves afectaciones que la intrusión lumínica puede causar en nuestra salud incluso al estar dentro de nuestros hogares.
La luz artificial tiene impactos nocivos en la salud humana, especialmente cuando impide que descansemos correctamente a la hora de dormir. Es muy probable que si vives en una zona urbana, la luz proveniente del exterior entre por las ventanas causando alteraciones en el espacio, impidiendo crear las condiciones necesarias para dormir en oscuridad total.
¿Qué pasa si no duermo en oscuridad total?
Los seres vivos, incluyendo a los seres humanos, regulamos nuestros procesos fisiológicos en ciclos de 24 horas, a los cuales se les conoce como ciclos circadianos. Estos funcionan como un reloj biológico interno que le ayuda a controlar a nuestro cuerpo procesos físicos como el comportamiento, el ritmo cardíaco, la presión arterial, los niveles de hormonas, la temperatura corporal y el metabolismo. El ciclo circadiano de sueño, en condiciones de oscuridad, le indica a nuestro organismo que es momento de dormir y descansar, segregando una hormona llamada melatonina, la cual nos ayuda a conciliar el sueño.
Cuando estamos expuestos a una gran cantidad de luz artificial por la noche, nuestros ciclos circadianos se desajustan y causan alteraciones o trastornos en nuestra salud como cansancio, nerviosismo, falta de concentración e incluso consecuencias más graves como alteraciones metabólicas relacionadas con la obesidad y la diabetes o trastornos psicológicos como ansiedad o depresión.
Como te puedes dar cuenta, las consecuencias de la contaminación lumínica son graves y nos afectan en distintos ámbitos, pero depende de nosotros tomar algunas acciones para reducir los efectos negativos en el ambiente y en nuestra salud.
Recomendaciones para reducir los efectos negativos de la contaminación lumínica en nuestra salud.
La contaminación lumínica es problema global que nos afecta a todos, y aunque no podemos solucionarla por completo sin la incidencia de políticas publicas, si podemos realizar pequeñas acciones en nuestro hogar para minimizar el impacto de este tipo de contaminación:
- Ilumina sólo las áreas que lo necesiten, siempre de arriba hacia abajo, tratando de evitar que la luz se disperse.
- Utiliza lamparas o focos que contribuyan al uso eficiente de la energía. También puedes aplicar este criterio en tus electrodomésticos u otros accesorios para el hogar.
- Desarrolla hábitos de sueño saludables: dormir a horas regulares, haz ejercicio regularmente (por lo menos cuatro horas antes de tu horario de sueño), realiza actividades relajantes por la noche y evita la exposición a la luz artificial de pantallas o dispositivos electrónicos antes de dormir.
- Crea el ambiente ideal para tu descanso: oscuridad total, temperatura adecuada y ruido mínimo.
- Difunde información sobre las causas y consecuencias de la contaminación lumínica en tu comunidad.
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